miércoles, 2 de diciembre de 2009

GUATEMALA Algo está pasando en Petén Hugo Huberman




Por Hugo Huberman, desde Guatemala | 30.11.2009



Son dos, rondan los 25 años, trabajan juntos, se conocen hace muchos años. Rosa Mucupop es ella, maya q’eqchi conciente de su raza, traductora del castellano de su madre, y de liderezas espirituales mayas. Vive en la Comuna del Chal. Estudia psicología. Abraham Suyen es él, maestro de alma, equinoccio de formación, no es maya pero sabe de ello. Vive en San Benito frente a la isla de Flores, su moto es una de las más conocidas, es parte de su sonrisa amplia continua. Estudia abogacía. Son parte del colectivo joven Asociación de mujeres de Petén Ixqik, una organización integrada por mujeres del área urbana y rural, indígenas y no indígenas de Petén, surgida luego de los acuerdos de paz en Guatemala.


La organización ha sido objeto de actos de hostigamiento y de amenazas, en particular desde 2005, en represalia por sus actividades de defensa y de apoyo jurídico a las víctimas de la violencia de género, ante los tribunales de la región.
Han denunciado violaciones, como respuesta han sido perseguidas, su centro saqueado varias veces, amenazadas, no reconocidas.


Ellas son lo que no se rinde, lo que no se entrega, la diferencia que las fortalece, alfabetizan, generan emprendimientos propios, trabajan con migrantes.
Van de ruta en ruta de bus en bus casi todos los días, son hormigas que se despliegan por las comunidades mayas de la zona, de una a otra, dando procesos, así de simple, así de complejo.
Educan, dan sensibilidad, hacen conciencia de inequidad y necesidad de transformación, donde los derechos se vulneran, allí está la luz de Ixqik.


De a poco fueron sintiendo la necesidad de 'dar procesos' a hombres, es decir, trabajar en grupos con ellos, sosteniendo miradas de alta criticidad sobre cómo se han ido convirtiendo en hombres, desde qué itinerarios culturales, sin- razones y supuestos.


Rosa se encarga de las mujeres, de sus negaciones, de sus cuidados, de sus papeles y realidades, de sus idas y vueltas en culturas de prestado, de ver cómo van organizándose en derredor de la Asociación.
Abraham se ocupa de los hombres, de su ser callado, muchas veces regado de ese alcohol que enferma y adormece, del futbol y sus alegrías, de sus intimidades, de cómo vayan surgiendo modelos de aceptación en las diferencias.


Han sido formados en la escucha atenta, en el acompañamiento fecundo que inhibe lo que nos diferencia, en el trabajo conjunto en medio del calor que subleva, las armas del narcotráfico y la indiferencia.
En sus vidas también han tenido que desarrollar procesos de conocimiento propio y respeto,  no ha sido ni será fácil; lo saben pero están donde deben estar, entre quienes eligen estar y como estar, han tomado opciones y decisiones.


No paran de reírse mientras viajamos hacia la comunidad de Jovente (maya) para dar procesos en masculinidades a hombres de la comunidad. Nos esperan, mientras vamos de pueblo en pueblo, cuatro paradas. En ellas, se acercan las mujeres a Rosa ayudándolas a resolver trámites, que nacimientos, que papeles de un estado que continuamente los margina y excluye; es como si nunca Rosa se fuera de estos pueblos, todos son familia y saben quien es.


Cuando llegamos, ya están todos y todas esperándonos, Rosa sabe como debemos hacerlo, me dejo guiar, traduce mi trabajo, es centro de este andar, Abraham sabe como estar sin que se note, solo está.
El taller fue bueno, Abraham seguirá con este proceso el mes que viene. El miedo en los hombres es el fantasma que atraviesa nuestras comunidades y aquí  también está, no saben como hacer futuro.
Tiene sus tiempos, aquí  se quedan dando procesos continuos, exponiéndose a los propios, haciendo un mundo mas equitativo, más de procesos que de productos.


Desde aquí, Peten Guatemala, algo diferente surgirá seguro.


Artemisa Noticias



FUENTE: http://www.artemisanoticias.com.ar/site/notas.asp?id=14

No hay comentarios: