La iniciativa ciudadana Don Ramón gana relevancia en su lucha contra la delincuencia. Su carácter callejero y desafiante ha calado en muchos ciudadanos que la están secundando en Internet. Las autoridades políticas van tomando nota.
Por Fernando de Dios
SAN SALVADOR - Comenzó en Internet y en las redes sociales cibernéticas, hace dos meses. Don Ramón, el popular personaje de El Chavo del Ocho, es la imagen de una campaña ciudadana y anónima contra la violencia y el cobro de la renta que realizan los grupos delictivos.
En la serie de Chespirito, el papá de la Chilindrina, Don Ramón, siempre encontraba una excusa para no pagar al señor Barriga la renta de su casa. De ahí que su imagen sea la elegida para exhortar a las y los pequeños empresarios salvadoreños a que hagan lo mismo cuando les extorsionen y a que denuncien.
Es el objetivo declarado de una iniciativa que ha crecido sin parar. En Facebook ya se acerca a los 17 mil seguidores y seguidoras. La aparición de pintadas por toda la ciudad con el rostro de Ramón Valdés (el actor que dio vida a Don Ramón) y marchas y reparto de camisetas, como la realizada el domingo 11 de abril en el Monumento a la Constitución (la Chulona), hicieron más visible su esfuerzo.
Su carácter desafiante, creativo, callejero y anónimo hizo que pronto muchas personas lo apoyaran y se unieran a esta novedosa forma de denuncia y de lucha contra el delito de la extorsión.
Un informe de la Unidad Especializada Antiextorsiones de la Fiscalía General de la República reporta un incremento del 8% de las denuncias por este delito en los primeros 70 días del año comparados con el mismo periodo de 2009. Se sabe que muchas de las extorsiones provienen de llamadas telefónicas realizadas desde los centros penales, donde los criminales se las arreglan para obtener ilegalmente chips, celulares, etc.
El sector de los comerciantes es el más afectado, y su hartazgo parece evidente, pues prácticamente se han triplicado sus denuncias, según el mismo informe .Tras ellos, son víctimas de la extorsión, por este orden, personas particulares, del sector transporte, empresarial y agrícola.
Ante esta realidad, Don Ramón tiene también el objetivo de recoger ese hartazgo, tanto el de los empresarios como de la población en general y darle un canal de expresión.
Así, la noche del lunes 19 al martes 20 de abril, Don Ramón dio un salto de calidad y relevancia. Su cara arrugada, su fino bigote y su gorrilla de lona se encaramaron a 16 monumentos y lugares emblemáticos de San Salvador y Santa Tecla en forma de grandes banners acompañados de la leyenda “Yo no me dejo rentear”.
“Nos tenemos que organizar, nos tenemos que unir para poder contrarrestar, para poder pelear, para poder dar la guerra [contra la extorsión]”, dijo Ernesto López, vocero de este colectivo, momentos antes de desplegar el banner que fue instalado en La Chulona.
Un colectivo que, según López, hoy está formado por alrededor de 20 personas que no representan a ninguna empresa, partido político ni institución y que está financiado por sus propios integrantes.
Este domingo 25 de abril, una nueva convocatoria de Don Ramón llevó a miles de personas, según los organizadores, a manifestarse en la calle contra la extorsión y la delincuencia. Fue de nuevo en La Chulona, aprovechando la Ciclovía y con la presencia de los alcaldes de San Salvador, Norman Quijano, y Santa Tecla, Oscar Ortiz.
Ambos políticos firmaron el manifiesto “Todos Somos Don Ramón”, que viene a sentar las bases del espíritu de esta iniciativa con frases como “hay que levantar la voz y mostrar que nosotros, la gente decente, somos más y más fuertes”.
Apoyos de alcaldías
Desde sus inicios, una de las mejores amigas de Don Ramón ha sido la alcaldía de Santa Tecla. También la de San Salvador ha sido una buena anfitriona a la hora de dar permisos y obviar que se estaban pintando las paredes de la ciudad.
Según el Concejal de Seguridad y Convivencia de Santa Tecla, Stanley Rodríguez, “hace como mes y medio, nos convocó un grupo de pintores, escritores, músicos y también algún empresario, para presentarnos la idea”.
La idea era fortalecer una cultura ciudadana de unidad, que generase la recuperación de los espacios públicos y la posibilidad de enfrentar el delito desde el civismo. La unidad central sería el barrio, para que pueda ser recuperado por sus habitantes y deje de ser “un escenario de lucha entre pandillas”, afirmó Rodríguez.
Según el edil, el municipio tecleño comprobó que lo que defendía Don Ramón iba en sintonía con su política de prevención de la violencia, basada también en la recuperación de los espacios públicos y la articulación de medidas sobre el terreno que ayuden a los ciudadanos a tomar la decisión de denunciar.
Sus resultados, dijo el concejal de seguridad, son positivos, con un incremento considerable de las denuncias por extorsión, sobre todo en el centro histórico de Santa Tecla, donde más se produce.
Sin embargo, como reconocen los propios integrantes de Don Ramón, parece complicado, por las posibles consecuencias, convencer a las y los comerciantes y propietarios de pequeños negocios para que se nieguen a pagar la renta. De ahí que, según Rodríguez, sea más práctico incidir en la denuncia.
Llamado a los tomadores de decisión
El llamado a denunciar es también un llamado a quienes deben hacer esas denuncias efectivas.
Desde su cargo público, como aludido, Stanley Rodríguez propone: “Hay que generar mayor presencia policial, mejores mecanismos de coordinación entre seguridad privada y seguridad pública, mayor participación de los tomadores de decisión política en el caso de los municipios y articular con los actores ciudadanos”.
La Policía Nacional Civil, por su parte, también apoya oficialmente la campaña de Don Ramón. Lo estará haciendo a partir de esta semana como parte de su campaña “¿Y tú qué estás haciendo?”, que la PNC lleva a cabo desde hace casi un año.
La PNC, según pudo saber ContraPunto, albergó ciertas sospechas en un principio, pues se oyeron voces, en concreto de representantes de la Cámara de Comercio, que apuntaban a la Policía por no estar haciendo su trabajo y aludían a Don Ramón como consecuencia de ello.
El cambio de opinión vino del apoyo dado a Don Ramón por los alcaldes de San Salvador y Santa Tecla, con su presencia conjunta el pasado domingo.
El hecho de que sean representantes de dos corrientes políticas antagónicas, según fuentes de la PNC, da una imagen de unidad nacional contra la delincuencia que la institución valora positivamente.
Don Ramón también es percibido por el profesor del Departamento de Sociología de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), Danilo Miranda, como un toque de atención ciudadano a los políticos y autoridades encargados de la seguridad en el país.
“Es una forma de presión al sistema político para que procese las demandas de seguridad que tiene la población”, afirmó Miranda a ContraPunto.
El sociólogo considera que el atractivo mediático y la creatividad de la campaña “puede también tener como destinatario a la sociedad salvadoreña, para que de forma indirecta también hagan presión sobre la situación de inseguridad ciudadana”.
En su opinión, Don Ramón no va a conseguir que se deje de pagar la renta o que se denuncie más, pues “el flagelo de la criminalidad es tan grande que se necesita mucho más que esto para lograr al menos paliar la crisis que vivimos”.
Por tanto, la clave, en opinión de Miranda, es que el mensaje de Don Ramón, ese “estoy harto”, llegue a quienes tienen la responsabilidad de luchar contra la delincuencia como expresión de un sentimiento general de la ciudadanía.
En conclusión, para el sociólogo es importante que se desarrollen iniciativas de este tipo, capaces de visualizar y canalizar el descontento del pueblo y su disposición a participar y demandar soluciones de alguna forma que trascienda el acto de votar.
Sin embargo, Miranda cree que todo pasa por que el Estado sea capaz de recuperar el control sobre todo el territorio y se avance en políticas preventivas eficaces.
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