jueves, 29 de octubre de 2009

AFGANISTAN Mujeres: No sin ellas Tere Sáez La Txistorra Digital


"Nos merecemos por fin un gobierno bueno. Votaremos por la seguridad y para traer la paz a Afganistán. Ya estamos cansadas de lucha y guerra". Estas palabras marcaron un mítin de las mujeres afganas; de aquellas que se atreven a salir de casa y en ese camino no pierden la cara rociada con ácido o la propia vida.


Y es que en Afganistán, a pesar de que los candidatos presidenciales han prometido durante su campaña mejorar la situación de las mujeres, los hechos demuestran que, en ocho años, la violencia doméstica, la pobreza, el fundamentalismo y la tradición las siguen haciendo invisibles.

Según afirman desde la Asociación Revolucionaria de Mujeres Afganas RAWA, los ataques con ácido, violaciones, matrimonios forzosos y autoinmolación (mujeres que se queman a sí mimas como forma de suicidio ante la desesperación de la situación que viven en sus hogares, la violencia familiar que sufren tras matrimonios forzosos, con maridos adictos a las drogas, vendidas por sus padres o entregadas a cambio de una deuda…) son el pan nuestro de cada día. Es verdad que la Constitución les reconoce el derecho a estudiar, trabajar y divorciarse, entre otros, perola realidad se vive de otra manera. Las tradiciones, la autoridad del hombre y la dependencia económica absoluta son las que dictan lo que una mujer debe hacer.


La vida sigue siendo demasiado dura para las mujeres afganas. Aunque ya no estén confinadas en casa como cuando los talibanes, no tienen garantizados los derechos humanos. Esto ha hecho que algunas diputadas estén pidiendo una justicia y unas fuerzas de seguridad pensadas para mujeres, que sirvan para eliminar el "acoso sexual" al que la policía somete de forma cotidiana a miles de afganas. "Si la ley no nos protege, ¿quién lo hará?",dicen ellas.

Intermon Oxfam denuncia en un informe reciente que una gran parte de la ayuda total destinada a Afganistán, más de 15.000 dólares en el último sexenio, es absorbida por los beneficios que reciben empresas y subcontratas extranjeras. Realmente se ha destinado muy poco a la construcción de un Estado sostenible. En una Administración escandalosamente corrupta, con antiguos señores de la guerra ocupando puestos en el Gobierno y el Parlamento, los talibanes parecen estar ganando fuerza, pese a los esfuerzos de los máximos responsables de la OTAN por negarlo.

Hamid Karzai ha dejado de mirar hacia las mujeres en favor de los señores de la guerra. No le importa que las mujeres afganas se tengan que enfrentar a demoledores desafíos: su tasa de alfabetización ronda apenas el 21 por ciento, la salud brilla por su ausencia y en estas elecciones sólo hay dos mujeres entre los 41 candidatos. Las dos mujeres candidatas, que no han podido desplazarse a hacer campaña a las áreas rurales debido a la situación de inseguridad.

Por todas estas razones y por qué en muchos casos les han impedido ir a votar, la participación femenina ha sido muy baja, cuando no manipulada; así que el proceso electoral, desde este punto de vista, está adulterado, digan lo que digan las fuentes oficiales. Afganistán, ni ningún país del mundo, pueden avanzar en democracia sin las mujeres.

No hay comentarios: