jueves, 29 de octubre de 2009

Sí llamamos "pasionales" a los asesinatos machistas, empezamos a justificarlos La Txistorra Digital


miércoles 28 de octubre de 2009

Entrevista: Tere Sáez, coordinadora de ANDREA


Por JAVIER DOMÍNGUEZ
Plumilla violeta

Tere Sáez Barrao, técnica de Igualdad del Ayuntamiento de Estella y coordinadora de ANDREA, es un rostro conocido por casi todos. En su trayectoria política, ha sido concejal de Baztarre en Burlada y de Euskal Herritarrok en Villava. Pero lo que verdaderamente le caracteriza es su participación en diversas organizaciones feministas y en (casi) todos los foros en los que haya que defender la igualdad entre sexos. Esta mujer de palabra fácil y clara es, por esta actividad, nombre habitual en tertulias televisivas y en las páginas de opinión de los periódicos. No habla de ella, sino que habla de ellas, en plural.



- Los primeros lunes de cada mes se reúnen en la Plaza del Castillo de Pamplona para protestar contra la violencia de género en los Lunes Lilas. ¿Han notado un cambio en la percepción social de esas concentraciones desde que empezaron? ¿Se les va sumando gente?


- Pues sí: empezamos cuatro, nunca mejor dicho. Ahora, cada lunes lila se vive como un referente contra la violencia de género en Navarra, especialmente para las familias de las víctimas. Es un lugar de encuentro, de solidaridad, de protesta, de reclamar Justicia y nuevas relaciones entre los sexos basadas en los buenos tratos. Es muy interesante el comprobar como cada vez son más los hombres que acuden. Porque la violencia de género no es un problema de las mujeres: es un problema de la sociedad que tiene que garantizar los derechos humanos y esto incumbe por igual a hombres y mujeres. Y quiero recordar que sólo funciona por correos electrónicos, mensajes, el boca a boca y, sobre todo, el recordatorio de ser una fecha mensual.

- Les identifica el color lila. ¿Por qué? ¿Qué origen tiene su simbolismo?


- El color lila o violeta con que se identifica el 8 de marzo y la lucha por la igualdad se debe a que de ese tono era el tejido que estaban confeccionando las 129 obreras que murieron abrasadas en Nueva York, en la fábrica Sirtwoot Cotton, el 8 de marzo de 1908. Se habían encerrado para reclamar la igualdad de derechos laborales. El propietario cerró la fábrica con candados y le prendió fuego. Ese día de 1908, en esa misma ciudad comenzó una nueva huelga de 40,000 obreras textiles, quienes reclamaban igualdad salarial, disminución de la jornada a diez horas, prohibición de la explotación laboral infantil, la legalización de los sindicatos de mujeres (igual que los de hombres) y que se permitiera un tiempo para la lactancia.



La Justicia ante los malos tratos


- Saltemos de 1908 a 2009, para hablar por desgracia de una triste actualidad. Tenemos encima los juicios por los asesinatos de María Puy y Nagore Laffage. ¿Cómo ve ambos casos? ¿Qué espera que ocurra en los juicios?


- El juicio de Nagore, que comienza el día 2 de noviembre, va a ser largo e importante. Y no me refiero solo al hecho de que dura 13 sesiones. También porque no es el típico de violencia de género desde la perspectiva de los malos tratos. Aquí hablamos del derecho de una mujer a decidir las relaciones sexuales que quiere tener y que el NO, siempre es NO. Digo esto porque, en esta sociedad, todavía esta muy arraigada la idea de que las mujeres, con su comportamiento, provocan. Se nos niega el derecho a decidir. Estoy segura que estos argumentos se van a oír mucho en este juicio y que va a pesar a la hora de la sentencia. También va a ser duro para la familia de Nagore, que va a tener que escuchar de todo sobre ella.


- El caso de María Puy, en cambio, entra más en lo desgraciadamente habitual en los casos de malos tratos.


- Su caso es un hecho que fue denunciado hace dos años, cuando estaba viva. Es importante en la medida que relaciona su muerte con la existencia de malos tratos. También nos demuestra la lentitud de la justicia: dos años para juzgar unos malos tratos, qué vergüenza! ¿No habrá algo de responsabilidad penal en su muerte? Sea como sea, en los dos espero que exista la Justicia, aunque sea tarde. En el caso de Nagore, el jurado popular tiene ante sí una decisión en la que, estoy segura, va a comportase conforme los tiempos y no va a aplicar prejuicios y estereotipos sobre las mujeres y el derecho a decidir. Por eso es muy importante la protesta ciudadana, las concentraciones que se van a hacer.



- Hablando de juicios: hay algunos magistrados y magistradas que, recientemente, han dictado sentencias curiosas relacionadas con los malos tratos. Por ejemplo, esa jueza que condenó por agresión a un hombre que intentó defender a una mujer que estaba siendo golpeada por su pareja. ¿Cómo se le queda el cuerpo cuando ve estas cosas?


- Pues igual que con otras sentencias injustas. Yo, en esto, siempre digo: ¿quién juzga a la justicia? Es una realidad que la objetividad de la Justicia es una burda mentira. Se juzga y se dan sentencias diferentes sobre un mismo hecho según el pensamiento de quien juzga, ¿no? Y, en estos casos, siempre pienso: ¿qué harían si lo sufrieran en sus carnes?

Educación y condena social
- Una cuestión terminológica: hay quien sigue hablando de "crímenes pasionales" en casos como el de la adolescente Sevillana Marta del Castillo. A usted, ¿qué le parece?


- Un error. Se ha pretendido históricamente ocultar el fondo y las causas de la violencia de género: una sociedad desigual y jerarquizada, en la que a los hombres, como colectivo (y esto no significa que todos tengan que cumplir el mandato y el estereotipo), se les ha dado el privilegio del mando; se les ha enseñado que masculinidad es igual a poder, ejercicio de la fuerza, dominio sobre las mujeres... aquello de “la maté por que era mía” o ahora “la mato por que no quiere ser mía”. Estos hechos, independientemente de la edad que tengan quienes los cometen, no son “pasión", ni"arrebatos”. Son asesinatos machistas.





- Pero no se les suele llamar así...


- Si les cambiamos el nombre empezamos a justificarlo. No hay nada que justifique la violencia de género. Mucho menos el amor y la pasión.



- Erradicar los malos tratos pasa, se dice, por la Educación. ¿La del colegio, la de casa, ambas...? ¿Cómo tendrían que actuar los colegios para evitar que, en el futuro, haya maltratadores?


- Primero pasa por reconocerlos, nombrarlos con su nombre y repetir una y otra vez la cusas y raíces de los mismos. Sólo si lo unimos a la necesidad de un trato igualitario entre las personas, en este caso entre hombres y mujeres, así como el aprendizaje de la resolución de conflictos, podremos trabajar para erradicarlos. Es contraproducente cuando se habla del tema como algo ajeno y que solo pasa en algunos círculos, culturas, estrato sociales, en circunstancias de vida...



- ¿A qué se refiere?


- A asociarlos con guerras, alcohol, crisis económica... No: nadie estamos libres de que pueda pasarnos. Hay que enseñar a las chicas a quererse y considerarse seres autónomos con capacidad de decisión. A los chicos a que no son los reyes del mambo y a ambos a mirase de otra manera, a saber entender el NO, a no tener miedo a decirlo... a lo que se llama Los buenos tratos. Y esto sí se puede educar, en las escuelas y también con las personas adultas. Pero, por ejemplo en Navarra, hemos estado muchos años sin nada de esto. UPN quito la coeducación. Este trabajo necesita mucha formación para el profesorado, mujeres y hombres. Nadie estamos libres de la educación machista incorporada en nuestra manera de vivir la vida y la realidad.

"No debemos discriminar... en ningún caso"


- Son los menos, pero también hay casos de maltratos por parte de la mujer hacia el hombre. Y esto, en teoría, es también violencia de género. Hay quien dice que esos casos se tratan con otro rasero, como si hubiera discriminación positiva. ¿Está de acuerdo?


- Claro que puede haber casos de mal trato de mujeres a hombres. Depende de cómo este establecida la relación entre esas personas: quién tiene o siente que tiene o ejerce el poder. Porque, en definitiva, es un ejercicio de poder de una persona contra otra. Las mujeres, históricamente, no lo han tenido; y educacionalmente no se nos ha preparado para ejercerlo, afortunadamente. Por eso es violencia de género. Pero, por supuesto, en la medida que se den relaciones de malos tratos de una mujer hacia un hombre, no me parece bien que se haga una justicia discriminatoria. Los hechos son los hechos y el concepto el mismo: "te considero de mi propiedad".



- En su opinión, ¿la Ley está bien hecha?


- Creo que, cuando se hizo el debate de la ley contra la violencia de género, se quería penalizar la intención en sí, como ahora con las sentencias contra temas fascistas y racistas. Pero algunos aspectos ha quedado escondidos: sólo se admiten las relaciones de pareja y/o vinculo familiar y heterosexuales.... No hay que confundir el sexo con el estereotipo. Si una mujer, aunque en verdad sean pocas, ejerce el poder violento físico o síquicamente sobre un hombre... se invierten los estereotipos. Al igual que si se da en una pareja homosexual


El debate sobre la prostitución


- Este verano se reabrió el cíclico debate sobre la prostitución. El caso del Mercado de la Boquería de Barcelona, iniciativas en la calle Montera de Madrid o, en otra escala, las protestas de los vecinos de Badostáin... ¿Qué hacemos con la prostitución, bajo su punto de vista? ¿Es violencia contra la mujer?



- Yo siempre insisto en que hay que distinguir"ejercicio de la prostitución” del concepto “trata de mujeres” y/o el de "explotación sexual”. Hay mujeres que ejercen la prostitución porque quieren, en la medida que las otras opciones que les da esta sociedad no les sirven para sus objetivos. Me refiero a que no pueden salir de la pobreza ni mantener a sus familias con el escaso dinero que se les paga cuidando a alguien, o limpiando una casa… y deciden vender su cuerpo. Bueno hay quienes deciden venderlo de otra manera ¿no? Por ejemplo, un matrimonio por interés, para poder mantener un estatus de vida...


- También pueden decir que la ejercen voluntariamente y no ser así.


- Soy partidaria primero de preguntarles a ellas. Escucharles, no negarles una vez más la palabra y el ejercicio de autonomía.





- Y, ¿qué hacemos con "esa" prostitución?


- En su caso, soy partidaria de legalizar la prostitución para que quienes la ejercen voluntariamente pueda hacerlo en condiciones y con derechos para poder defenderse. Que quienes quieran dejarlo tengan todos los apoyos necesarios de manera integral, no solo declaraciones e intenciones. ¿Alguien cree que van a hacerlo con las ayudas de 400 euros que se plantean? Y, por otro lado, es necesario que caiga todo el peso de la ley contra la explotación sexual y trata de blancas. Pero mirando siempre hacia ellas: es decir, que las actuaciones que se hagan les beneficien y no al revés. ¿Qué pasa cuando se les expulsa? ¿Quién protegía a Yamileth? ¿Qué ha pasado con las mujeres que ejercían en Badostaín? ¿Se les ha escuchado? ¿Se les ha ayudado a ellas realmente?


- Hacerse estas preguntas, en cualquier caso, no es fomentar la prostitución.


- No. Lo que hay que seguir haciendo es conseguir un mundo en que todas la personas tengamos los mismos derechos y la posibilidad de elegir lo que queremos ser y hacer en la vida, junto a una educación sexual en la que el criterio más importante sea el consentimiento de ambas partes... ¿se da siempre esto en las relaciones llamadas "de pareja" y "legítimas"? Y luego, revisarnos la moralina que descargamos en este tema: no podemos actuar con la prostitución con prejuicios sobre el sexo y el cuerpo. La mirada y las soluciones deben de estar claramente enfocadas a ayudar a la parte más débil, por lo tanto escucharla.


- ¿En resumen?

- Resumiendo: legalización, atención sanitaria, lugares para poder trabajar, derecho sindicales... Ayudas reales a quienes deciden dejarla y persecución sin tregua a la explotación, a ésa que obliga a estar en un lugar sin papeles, sin dinero, sin consentimiento.



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