jueves, 26 de agosto de 2010

EL SALVADOR Entrevista con Julia Evelyn Martínez, Directora del ISDEMU Parte I EL FARO

Querid@s amig@s, como siempre El Faro, entregándonos excelentes materiales. No se la pierdan.


Las líneas de arriba son las que escribí cuando originalmente subí el material, pero una lectura posterior, ya en este espacio, me ha hecho considerar necesario, en la misma presentación de la entrevista, hacer algunas consideraciones.


Sigo pensando que el material es excelente, como suelen serlo lo materiales de este medio, algunos de ellos firmados por los mismos periodistas que realizaron esta entrevista. Comparto los planteamientos expresados por la Señora Directora del ISDEMU y aprecio mucho la manera habilidosa en que ha tenido que "lidiar" con los periodistas. Pero no solamente eso, desde mi perspectiva, hace la entrevista excelente.


No me imagino a esos mismos periodistas entrevistando a un Ministro (hombre) de esa manera y aquí es donde llegamos a las manifestaciones del sexismo como cultura, de los prejuicios y valores sexistas imperantes en la sociedad.


El Faro ha sido de los medios con mayor sensibilidad a los temas de género, violencia contra las mujeres e, inclusive de masculinidades. Pueden considerarse joyas del periodismo los escritos de Rafael Lara Martínez y la entrevista a Oscar Vázquez Martínez publicados años atrás.


Pero, la entrevista pone además de manifiesto, y eso es parte importante de su valor, la necesidad de trabajar con los medios y periodistas sobre los temas de género.


El estilo de los periodistas Carlos Martínez y Mauro Arias dista muchas galaxias del "estilo" del Alcalde de San Salvador, pero en ambos el sexismo se encuentra, latente en el caso de los primeros, aberrante (históricamente coherente) en el caso del segundo. En ambos casos, la importancia social de sus escritos y palabras deviene del hecho de ser formadores de opinión.


Para finalizar, reitero la invitación a leer la entrevista, felicito a El Faro por la publicación de este tipo de materiales y sugiero que estas líneas no sean vistas como de un hombre protegiendo a una mujer. Mujeres como la Directora del ISDEMU son muchas en este país y, ciertamente, no necesitan de hombres que las defiendan, como lo han podido constatar los periodistas Martínez y Arias.



"Plática con Julia Évelyn Martínez, directora de Isdemu


"Nunca me he visualizado como colirio, pero bueno..."


Antes de cada plática, los reporteros de El Faro tenemos ensayado un discurso con el que presentamos la sección: “Se trata de una conversación en la que exploramos más a la persona que al funcionario público”... Pero Julia Évelyn Martínez dice que hacer eso le resulta casi artificial: “Me cuesta ver mi vida separada de Isdemu y nunca pensé que una institución se me iba a pegar tanto a la vida y ahora ya casi me es difícil separar cuándo comienza mi vida y cuándo comienza el Isdemu, así que si pregunta sobre las dos cosas van a estar interrelacionadas”. Durante casi dos horas da clases de tolerancia ante las embestidas de dos reporteros neófitos en temas de cachiporrismo y género, y da cátedra de escapismo al hablar de temas más espinosos como la despenalización del aborto y las cuotas parlamentarias para mujeres.




Por Carlos Martínez y Mauro Arias. Fotos: Mauro Arias
Publicado el 23 de agosto de 2010




Quiero comenzar con lo que está causando furor...
Las cachiporristas...


Las cachiporristas. 
Un cambio cultural, es todo... se resume a eso, a un cambio cultural que a algunas personas les da miedo, quizá estarían más tranquilas si dijéramos que se trata de promover la moralidad pública o de regular el vestuario.




Es nada más en las escuelas públicas...
Solo ahí, pero esto está encaminado a una práctica cultural, pero si me permite vamos a dar algunos antecedentes: el Ministerio de Educación tiene entre sus objetivos y estrategias promover una educación no sexista y en prácticas que promuevan la igualdad en el ejercicio de derechos entre hombres y mujeres...




¿Y las cachiporristas dónde aparecen? 
Vamos por partes: la educación no sexista tiene que ver con que prepara a los niños y a las niñas para que en su vida de juventud, en su adultez, puedan desempeñarse sin ningún tipo de restricción u obstáculo; es decir que usted los prepara para que de adultos puedan compartir tareas del hogar y no con la idea de que las cosas del hogar las hacen las mujeres y las cosas del trabajo, de proveer recursos, las hacen los hombres...




¿Y las cachiporr...?
¡Tenga paciencia! También se prepara a las niñas no sólo para que sean modelos y para adornar y embellecer, sino que también las prepara para que puedan tener la aspiración de ser presidentas de la república, científicas, dirigentes de partidos políticos, empresarias... Ahora bien: este promover una educación no sexista pasa necesariamente por erradicar ciertas prácticas que dentro de las escuelas y en todo el proceso de enseñanza y aprendizaje, van trabajando en sentido contrario, y aquí vienen las cachiporristas.




Genial.
Cuando desde las escuelas se empiezan a dividir las celebraciones en dos partes: una que es como la parte seria: el desfile, la oración a la bandera, el himno, los altares cívicos, la historia; y ahí participan más bien los niños y los jóvenes. Y está la otra parte, que es la del entretenimiento... y voy a utilizar las palabras del alcalde de San Salvador: “el colirio para los hombres”, y las pone a las niñas de entretenimiento -más allá del largo de las faldas-, y las pone para que las cosas no se sientan tan pesadas, porque las niñas están ahí para mostrar sus cuerpos... en ese momento usted está estableciendo también una práctica sexista, porque las está relegando al rol de entretenimiento y está limitando su participación en otras actividades que también tienen que ver con la celebraciones cívicas. 




¿Y por qué no prohíben la banda de guerra? Nos estigmatizan a los hombres, por guerreros, machos, como un objeto de la visión militar… 
No lo prohibimos porque eso no nos corresponde. Yo estoy totalmente de acuerdo: me parecen prácticas fascistas. Eso es típico del fascismo, del nazismo. Es típico de Hitler y de Mussolini. Pero las cosas tiene que ir como paso a paso.




Otra alternativa es que hagamos como dice Wil Salgado  y sacamos también cachiporros.
No sé cuál será el ánimo de la propuesta del alcalde Salgado. Creo que lo que quería es ridiculizar esta propuesta. Quizá no hemos tenido la capacidad como gobierno de trasmitir el contenido esencial de esta medida, porque hemos dejado que la medida se convierta a través de los medios de comunicación en un tema de moral pública o que lo comparen con el carnaval de Río de Janeiro.




Pero en ese sentido, ¿qué hace una cachiporrista que no haga una bailarina de samba, para convertirse en objeto machista y todo eso?
Que está en una celebración que no es cívica... porque el civismo tiene que ver con la divulgación y con el ejercicio de derechos de ciudadanía, de cómo se construye una identidad nacional. En el carnaval se hace una celebración con muchos excesos. Recuerde que los carnavales preceden al miércoles de ceniza, porque se supone que en el carnaval las personas pecan, porque se exhiben sus cuerpos, porque tienen sexo abiertamente, porque se quitan todos los tabúes, y es por eso que la gente usa antifaz. Lo otro se da en el ámbito de un centro educativo; y la tercera cosa es que intervienen niñas y adolescentes cuyos derechos están tutelados y no de adultas.




¿Usted estaría más satisfecha, por ejemplo, si las cachiporristas hubieran bailado o participado en los desfiles con más ropa?
No, es la imagen de la cachiporrista: son las mujeres como entretenimiento.




De forma que usted las hubiera prohibido igual si ellas fueran parte del entretenimiento de cualquier manera: salir haciendo magia...
No, no, no. No, porque nosotros lo que estamos proponiendo...




A usted lo que le molesta es que ellas involucren sus cuerpos como parte del entretenimiento...
... No, perdón. Voy a ir para atrás. Uno, lo voy a corregir cuando usted dice que a mí me molesta, porque esto no tiene nada que ver con una decisión mía o lo que a mí me parece o no me parece. Esta es una decisión colegiada de la junta directiva del Isdemu, de la cual yo no soy parte. Yo soy la directora ejecutiva del Isdemu y soy responsable de poner en práctica los acuerdos que esta junta directiva emite. Entonces, si me pregunta que si yo estoy de acuerdo con la prohibición, le digo que sí, pero quiero establecer la  línea institucional. Hasta ahora no he visto que le hayan preguntado al Ministro de Agricultura y Ganadería -que es parte de la junta directiva del Isdemu, que participó en esta decisión- o a la procuradora general de la República, o a la ministra de Trabajo, o a la ministra de Salud... Y yo les repito, no es el vestuario, no se trata del vestuario.




Si no de imagen, dice.
Mire que la publicidad deberían de... cuando se utiliza la imagen de la mujer... muchas veces se publicita la figura de la mujer en productos que no tienen nada que ver con, digamos, bienes o mercancías que consumen las mujeres. Estoy hablando, por ejemplo, de baterías de carro. Generalmente la batería de carro, los repuestos de carro, lo utilizan los hombres.


Ja, ja, ja.
... Entonces, me preocupa...




... O las llantas...
... Por ejemplo, son más hombres los que compran llantas. O incluso, ropa interior masculina en donde ponen a una mujer luciendo la ropa interior.




¿Eso está mal?
Es que mire, yo creo que al final lo que hay que preguntarnos es qué está mal en la sociedad. Porque si nos quedamos a nivel de lo inmediato, podríamos decir: “¿Pero y de esto cuál es el problema?” El problema es el resultado que generan estos estereotipos, sobre lo que significa ser hombre y ser mujer en una sociedad determinada. Al final usted lo que tiene es discriminación para las mujeres y más violencia hacia las mujeres.




¿Cómo la discriminación y la violencia tienen que ver con las cachiporristas?
En parte, sí. En parte es por la imagen que usted promueve de la mujer.




¿No le parece que ante temas serios como los que menciona lo que están haciendo ustedes es superficial?
¿Será que solamente están viendo el tema de las cachiporristas, y no están enfocando lo que estamos haciendo en otras áreas?


Cada vez la agenda de género es pieza más visible de la administración pública y casi todos los europeos que vienen al país se dedican a andar en pijama todo el día y a poner una ONG feminista y aún así somos el país más retrógrado en América Latina en cuanto a legislación sobre salud reproductiva, por ejemplo. 




... Ajá... y en otros temas...






FUENTE: http://www.elfaro.net/es/201008/el_agora/2300/

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