martes, 31 de agosto de 2010

EL SALVADOR Entrevista con Julia Evelyn Martínez, Directora del ISDEMU CONFIDENCIAL

Entrevista exclusiva con la Directora Ejecutiva del Instituto Salvadoreño de la Mujer
Julia Evelyn Martínez: “Somos como un rompehielos”


* Ante los ataques machistas: “Estas luchas son difíciles, y se llevan a cabo en campos de batalla minados por el patriarcado y son defendidos por guerreros y gladiadores del patriarcado”.
* “Puedo asegurar que cuento con toda la confianza del Presidente Mauricio Funes”.
* Sobre su firma en el Consenso de Brasilia: “No tenía sentido ponerle observaciones a un instrumento jurídico de menor carácter vinculante”.

Mildred Largaespada | 30/8/2010


 Foto: Mildred Largaespada


“Yo sabía que la lucha por los derechos de las mujeres no es un camino fácil, que no está sembrado de rosas. Eso lo tengo muy claro. Pero soy optimista y por eso estoy serena”, dice Julia Evelyn Martínez, Directora Ejecutiva del Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer (Isdemu) en un momento de esta entrevista. Y así habló todo el rato, con serenidad y precisión académica, desde su despacho en el centro de la capital, esta mujer de alta estatura física, más del 1.70, calculo.


Martínez fue llamada para integrar el gobierno del Presidente Mauricio Funes, cuando laboraba en la Universidad Centroamericana (UCA), donde nació a la vida académica, estudiando economía primero y después ejerciendo la docencia en esa disciplina y emprendiendo investigaciones científicas que vinculaban economía y género. De hecho continúa con su asignatura en la universidad.


Durante las últimas dos semanas (ver nota relacionada), Martínez y el Isdemu han desfilado en la pasarela pública donde una parte de la sociedad salvadoreña les ha aplaudido por abrir camino democrático y otro grupo, les ha atacado reciamente con todos los instrumentos del abanico de violencia hacia las mujeres: burla, agresión, denigración, desprecio, misoginia, ofensas, entre otros.


“Ha sido una jornada intensa. Una jornada histórica, especialmente para la sociedad civil en un sentido amplio, que se ha movilizado y ha debatido y que ha dado muestras de apoyo a una institución que considera que puede promover el avance en materia de derechos de las mujeres, de democratización y de desarrollo en el país”, valora Martínez, ordenando un fajo de papeles y documentos, en los que se irá apoyando para aclarar con actitud profesoral sus declaraciones.


Me ha impresionado mucho el debate que se suscitó, sobre todo porque en su primera parte se pretendía proteger a las jovencitas y a niñas y niños de las redes de pederastia y de trata de personas. ¿Quién podría estar en contra de esto? Supe que hay una constante: que en el periodo posterior a los desfiles es cuando se disparan las violaciones a niñas. La segunda parte del debate tiene que ver con que si usted se extralimitó en sus funciones al firmar el Consenso de Brasilia. ¿Se extralimitó?


Martínez: “La intención del Isdemu no se puede comprender sin saber qué es el Isdemu, cuál es la naturaleza de este instituto, sus objetivos y atribuciones. Este no es un instituto del órgano ejecutivo, sino que tiene su propia ley de creación y en su artículo 1 señala que tiene autonomía, técnica, financiera y administrativa, dotado de personalidad jurídica y de su propio patrimonio. El objeto del Isdemu es velar por los derechos humanos de las mujeres y promover el avance de ellas. Y entre sus atribuciones está la de proponer que se adecúe la legislación nacional a las convenciones internacionales, que han sido ratificadas por El Salvador. 


Que van desde la Convención contra la erradicación de todas las formas de discriminación hacia las mujeres, conocida como Belem do Pará, y dar seguimiento a las plataformas de acción emanadas de las conferencias internacionales relativas a la promoción de la mujer.


“La intención del Isdemu, por ser el ente que define la Política Nacional de la Mujer, al no presentar una reserva a una objeción a esta parte del Consenso de Brasilia, en donde los estados consensan la necesidad de revisar, no de reformar, las leyes punitivas para las mujeres, para el aborto en los diferentes países, lo que pretendía el Isdemu era dar cumplimiento al mandato que emana de su ley y los compromisos internacionales firmados por el estado salvadoreño”.


¿El Consenso de Brasilia exige cambiar leyes o sólo revisar?


“En particular se dice que esta revisión se deberá hacer de conformidad con lo que establece la plataforma de acción de Beijing, la cual El Salvador ha ratificado y no tiene reserva, y también que se hará de conformidad con lo establecido en la conferencia de población de El Cairo, y El Salvador ha retirado las reservas que formuló en el año 1994, cuando en el ejecutivo estaba un gobierno de derecha, conservador. En el 2010 fueron retiradas estas reservas para situar al país en la corriente democrática, progresista de todo el mundo, y sobre todo de América Latina que está asumiendo compromisos reales con la plena vigencia de los derechos humanos de las mujeres.


“Esa fue la intención del Isdemu. Y estuvo amparada en varios instrumentos, como la ley del instituto, y el plan quinquenal de desarrollo del país 2010-2014 que en la página 62, numeral 57, dice que para este plan “se necesita impulsar una política nacional de la mujer, cuya rectoría corresponderá al Isdemu”.


Durante el debate acusaron al Isdemu de pretender reformar la Constitución. ¿Quieren reformar la Constitución Política?


“Es que no podemos reformar la constitución. Eso es una competencia de la Asamblea Legislativa. El Isdemu no tiene esa facultad. La única facultad que tiene el Isdemu es revisar la legislación nacional y proponer para adecuar la legislación a lo que son los tratados y convenciones internacionales suscritos por El Salvador en materia de derechos humanos de las mujeres, particularmente la Cedaw; y proponer a las instancias que sí tienen iniciativas de ley para que inicien el proceso legislativo, si así lo consideran conveniente.


“Pero en Brasilia, al revisar esto y dado que El Salvador ha retirado las reservas no tenía sentido ponerle observaciones a un instrumento jurídico de menor carácter vinculante, que tiene una menor fuerza, menor obligación  como puede ser un convenio, o un tratado en donde sí se necesita contar con poderes plenipotenciarios para poder suscribir un convenio”.


Durante el debate se interpretó que el Isdemu quería despenalizar el aborto, prohibir las minifaldas a las mujeres, acabar con los desfiles cívicos...


“Lamentablemente creo que se ha manejado muy mal el debate. Más bien no ha habido un debate. Lo que ha habido es un ataque frontal al Isdemu, donde se ha elevado el volumen de las críticas. Todo aquel que ha querido criticar y atacar personalmente a la directora ha tenido todo el espacio disponible en los medios de comunicación, y todas aquellas y aquellos de la sociedad civil que han querido mostrar apoyo a la institución y a la intencionalidad del instituto al firmar el Consenso de Brasilia pues no han tenido los espacios y han tenido que pagar en los medios para que se les puedan publicar sus adhesiones”.


El jueves las organizaciones de mujeres y feministas cortaron la carretera Panamericana para hacerse escuchar, frente a Casa Presidencial.


“Ha habido una gran demostración de apoyo popular para el Isdemu para que se respete la autonomía. Y los medios han querido enfocar todo como una controversia entre el Isdemu y el ejecutivo, cuando ése no es el punto”.


¿Y qué piensa usted: porqué todos contra el Isdemu?


“Dividamos un antes y un después del 1 de junio del 2009. Antes, no les importaba el Isdemu o se sentían muy tranquilos y confiados de tener un instituto de la mujer que no velara por los verdaderos derechos de la mujer. Por eso estos ataques de ahora, este odio, esta oposición, tiene como fundamento el cambio y el enfoque de trabajo del Isdemu y también en el compromiso de esta administración de hacer que el instituto sea un verdadero ente rector de las políticas para  la igualdad. Y sobre todo el temor que  ha despertado cuando se han dado cuenta que no solamente está en el papel y en el discurso sino que lo hemos llevado a la práctica.


¿A qué se refiere?


“Desde este instituto se han señalado a funcionarios públicos que han cometido casos graves de acoso sexual, y se han traslado esos casos a  la Presidencia de la República. También se hizo el primer informe nacional sobre la situación de violencia contra las mujeres y que le ha servido a las delegaciones del estado salvadoreño como fundamento para presentación de informes a nivel internacional.


“Este instituto está revisando la Política Nacional de la Mujer, para hacer una política que realmente se ejecute y no sólo se quede en el papel. Por ejemplo, con el tema de violencia hemos pasado de un enfoque asistencialista: de ver a las mujeres pobrecitas que hay que cuidarlas y curarlas mientras se recuperan de los golpes, se ha pasado al nivel de la política pública de seguridad y de acciones de prevención y erradicación de las causas de la violencia. Y eso es lo que nos ha generado tanta controversia con las cachiporristas, que se ha tratado de ridiculizar, pero que es un tema bastante serio…


Sí me parece serio. Y vital para la sociedad. Hace poco asesinaron a una niña de 6 años y le desmembraron el cuerpo. ¿Por qué no se relaciona este tipo de asesinatos con la necesidad de prevención y protección de la imagen de los niños y niñas?


“El tema que pusimos en debate llega al fundamento, al corazón del machismo, que es cómo se ve en El Salvador a la mujer, la imagen de la mujer, los estereotipos de la mujer. Hemos denunciado incluso a grandes empresarios, y también la existencia de redes dedicadas a la explotación sexual y pornografía infantil que utilizan a las niñas cachiporristas como el primer eslabón que les lleva posteriormente a la explotación sexual y a la pornografía”.


Hay dos aspectos del tema de las cachiporristas y que me parece que no se les ha prestado más atención y es el fomento del estilo marcial y militarista de los desfiles y lo otro es la práctica de usar a los niños disfrazados de mascotas, como animales. Una vez miré uno de estos desfiles y llevaban a un niño disfrazado de perro y atado con una correa.


“Principalmente son disfraces militares. (Y ahora se tapa la cara, como indicando vergüenza ajena). Mire, esta sociedad ha tenido demasiado con el militarismo, con el autoritarismo, el fascismo y esta es una nueva etapa en el desarrollo de nuestra sociedad. Esta sociedad está cambiando y tiene que cambiar más, y los cambios creo que comienzan y terminan con el cambio cultural y parte de la cultura y de ese imaginario social que compartimos, de lo que consideramos que es lo correcto y lo incorrecto, ni modo, va a tener que pasar en unas primeras instancias por algún tipo de prohibiciones, que pueden ser temporales y que después van a ser asumidas por la sociedad como valores que son correctos”.


Tiene mucho trabajo por delante. Los cambios culturales son la política en estado puro.


“Yo sabía que la lucha por los derechos de las mujeres no era un camino fácil, que no estaba sembrado de rosas, y lo tengo muy claro. Y por eso estoy con seguridad, confianza y optimismo, porque vamos rompiendo el hielo, somos un rompehielos. Vamos abriendo un camino. Estas luchas son difíciles, y se llevan a cabo en campos de batalla minados por el patriarcado y son defendidos por guerreros y gladiadores del patriarcado. Está siendo muy difícil. Pero yo creo en el poder de la razón, del cambio cultural, y que la inteligencia se impondrá a la barbarie y la ignorancia”.


¿Qué tal se lleva con el Presidente?


“Le puedo asegurar que cuento con toda la confianza del Presidente Mauricio Funes. Fui invitada a formar parte del gobierno porque él me conocía, conocía mis credenciales académicas,  humanas, toda mi trayectoria profesional y creo que esa confianza no la he perdido. Que pueda parecer o ser manejado en los medios y los grupos conservadores y fundamentalistas, como si alguna frase o aclaración del Presidente significa un ataque directo a mi persona, quiero aclarar que no significa eso bajo ninguna medida.


“Precisamente por eso estoy tratando de ser muy comedida en mis declaraciones y solamente estoy atendiendo a medios de comunicación serios que permitan realmente exponer argumentos y que no tomen frases y sacarlas de contexto para generar una imagen o construir una noticia de una supuesta polémica, o un supuesto enfrentamiento entre la Presidencia de la República y la dirección ejecutiva del Isdemu. Porque tal enfrentamiento no existe”.


¿Funes habló con usted y le dijo algo así como: “Julia Evelyn voy a dar estas y estas declaraciones…”?


“Mi línea directa provino de la Primera Dama de la República, que es la Presidenta del Isdemu, y a través de ella tuve conocimiento de las consideraciones que estaba tomando el Presidente, de las decisiones, y por supuesto a través de ella le transmití al Presidente que sigue contando con mi apoyo”.


¿Y cuáles fueron esas consideraciones?


“Pues no estoy segura cuáles fueron las consideraciones. Supongo que fue un informe que le presentó cancillería y el canciller de la república tendrá que hacer las aclaraciones respectivas, de esta decisión que se está tomando, la de mantener esa comunicación a Cepal. Por ejemplo, si se determina de que no hay error, de que no ha habido usurpación de funciones, ni extralimitación de funciones, yo no lo sé, pues deberá ser el canciller o quien le asesoró, quien deberá hacer las explicaciones respectivas. Lo que sí puedo decir es que no hay pugna, ni diferencia, ni alejamiento entre la Presidencia y el Isdemu, porque el Isdemu es un ente autónomo.


Eché de menos que el Presidente no dijera públicamente: “Julia Evelyn cuentas con todo mi apoyo…”. Tuve la impresión de que estuvo usted sola ante todos los ataques…


“No lo consideré necesario, porque él tendrá sus razones. Para mí es complicado, no me gusta especular, teorizar y hacer hipótesis. ¿Qué estaba pensando el Presidente con respecto a esto? Creo que cada funcionario es responsable de sus actos y creo que cada funcionario es responsable de dar explicaciones a sus superiores y de dar explicaciones a la ciudadanía”.


¿Cree usted que el Presidente se fijó más en cómo los índices de popularidad bajaban o subían y que prefirió conservarlos altos a continuar apoyando las acciones del Isdemu?


“No lo sé. Y no quiero especular sobre eso. No sé cómo los presidentes toman sus decisiones. No sé”.





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