jueves, 26 de agosto de 2010

EL SALVADOR Entrevista con Julia Evelyn Martínez, Directora del ISDEMU Parte II EL FARO

Hay un montón de pancartas de Naciones Unidas, pasan peleando por los rótulos de zapatos,  ahora prohíben a  las cachiporristas... ¡eso es fácil!  Es más fácil ser presidente y decir: “Prohíbo a las cachiporristas” que “promovamos la posibilidad de que las chicas puedan abortar hasta las 11 semanas de embarazo”. ¿No le parece a usted que es un poco de cobardía?


No, no, no... yo creo que se necesita tener una agenda de mediano y de largo plazo, no sólo una agenda de cosas inmediatas. En el Isdemu estamos construyendo una nueva política nacional de la mujer que incluye cosas como esas. Bueno, pero el plan quinquenal de desarrollo 2010-2014 de este gobierno plantea que una de las apuestas estratégicas para el año 2024 es la construcción de una sociedad con equidad de género. Luego, el tema del aborto. El tema del aborto está en una prohibición constitucional. Entonces, ¿qué es lo que nos corresponde al Isdemu? No que promovamos el aborto, sino que el Estado debe promover un debate informado, amplio y multidisciplinario sobre las consecuencias negativas que el aborto tiene sobre el embarazo adolescente y sobre la mortalidad materna, y eso también nosotros lo hemos iniciado.




¿Ya lo ha iniciado dónde, perdón?


Nosotros lo estamos discutiendo con organizaciones de mujeres.




¿Eso no es predicar para convencidos? 


¡Ah! Usted dice porque no tenemos la cobertura.




No, porque no hay un debate público sobre esto.


No, pero lo vamos a iniciar. Es que mire, estamos esperando que esté totalmente definida la nueva política nacional de la mujer, que el presidente Funes sancione la ley, que se dé a conocer esta política y que se defina también quién es ejecutor y quién es responsable de cada una de estas acciones de la política. Por ejemplo, una política de salud con enfoque de género, que tendría que influir el tema de la despenalización del aborto o al menos la despenalización del aborto terapéutico, la despenalización del aborto en casos de violación y de incesto. Esto no le corresponde al Isdemu.




¿El gobierno de El Salvador está a favor de la despenalización del aborto?


No hemos... todavía no se ha iniciado o no se ha concluido ese debate que va a llevar a la despenalización del aborto.




¿Isdemu está de acuerdo con la despenalización del aborto?


En los casos de incesto, agresiones sexuales y en casos en los que la vida de la madre corra peligro, en los que su salud esté comprometida, sí, estamos de acuerdo.




¿Tiene el respaldo del gobierno para los casos de despenalización que menciona?


Eso yo no se lo podría asegurar.




¿Y no es un poco chistoso que no me pueda asegurar eso, por ejemplo, pero sí el respaldo de esta gente para medidas, digamos, un poco más... folclóricas?


¿Como las cachiporristas?




Ajá... ¿no requiere esto un esfuerzo más intelectual?


¿Usted diría más coraje político? Pues seguramente. Lo que sí puedo asegurarle es que El Salvador retiró la reserva que tenía sobre la convención de la Conferencia de Población de El Cairo, que habla sobre el tema del aborto.




Mire, yo quería preguntarle algo...


¿Pero lo de las cachiporristas ya lo dejamos entonces?




Hey, si nos las prohíben en las calles, usted no nos las prohíba en la entrevista.


Ja, ja, ja. No, no, para nada.




Un día yo fui a ver un primer día de escuela. Estaban los niños de primer grado, y las maestras tenían dividido el grupo, a las niñas en una mitad del grado y a los niños del otro.


Qué raro.




Entonces yo le pregunté a la maestra por qué hacía eso y dijo que simplemente porque el primer día, cuando usted pone niños y niñas, terminan mordiéndose, peleándose, pellizcándose, que al inicio no se pueden poner juntos...


¿Sabe por qué? Porque desde la más temprana infancia no se les enseña a jugar a niños con las niñas. Si la coeducación fuera una realidad desde la edad más temprana no tendríamos estos conflictos. Por ejemplo, si los niños y las niñas compartieran desde muy temprano juegos podríamos los hombres y las mujeres desde muy temprana edad empezar a relacionarnos con base en relaciones de camaradería, de solidaridad, de complementariedad y no de rivalidad, como es el caso que sucede después. Es una cuestión de los procesos de socialización.




¿Usted cree que no existe instintivamente eso de que a los varones les gusta más cierto tipo de juegos y a las niñas otro tipo de juegos?


No, no creo. Yo creo que todo es social.




¿Usted tiene hijos?


Sí, tengo tres, pero ya están en su edad adulta: la menor tiene 16 años y tengo dos varones.




¿Y a usted no le molesta si ve a su hijo jugando con muñequitas?


No, no es que me moleste. Al principio me sorprendió.




¿Jugaba con muñecas su hijo?


Sí.




Mire que se va a enojar con usted.


No, ¿por qué? Ahora son dos excelentes seres humanos que ayudan en las labores de la casa.




¿No será que a veces usan las feministas un tono combativo...?


Sí, sí. Si no le pusiéramos tanta pasión...




Tal vez no es pasión, sino estridencia. 


Por ejemplo, en esto de las cachiporristas... si una medida que puede parecer superficial está teniendo tanta oposición... yo conozco programas de radio de gente muy de izquierda, oponiéndose. Dicen que ya nos quitaron el colón y que hoy ya nos quieren quitar las cachiporristas.




¿En qué radio oyó eso?


No voy a decir la radio, pero eso fue en una radio de izquierda. Si usted ve una medida como esta con este debate, con esa resistencia, con esa incomprensión, imagínese qué podría ocurrir con otras medidas que...




... que valgan la pena.


Yo creo que sí vale la pena. A nivel de lo simbólico creo que puede mostrar que se puede cambiar.




¿Cuándo se ha conseguido cambiar conciencias por medio de las leyes o de prohibiciones? 


No, no, no, es que acuérdese que es una prohibición de una práctica en El Salvador, en los centros educativos, en cierto tipo de celebraciones.




Pero insisto en que cuándo prohibir ha dado los resultados esperados.


Ay, no, yo esperaría, por ejemplo, que prohibir botar la basura en la calle diera los resultados esperados. Botar basura en la calle es una tradición bien arraigada en los salvadoreños...




Son políticas públicas de dos naturalezas distintas...


No, momento, déjeme terminar con la idea. Tirar la basura en la calle es casi como un componente de la salvadoreñidad.




¿Usted cree eso?


Sííííí... mire, yo creo que aquí amerita prohibir.




De acuerdísimo. 


Dígame si prohibir ahí no aplica. 




De acuerdisisisísimo, una paliza pública si quiere.


No, tampoco. Entonces, si nosotros demostramos que esta imagen de las mujeres que transmiten las cachiporristas, esta imagen de objetos, esta imagen de que las mujeres servimos para adornar, para embellecer, que las mujeres no pensamos, que las mujeres no tenemos otro rol en la sociedad más que eso... eso es lo que transmiten las cachiporristas.




¿Cuando usted ve una cachiporrista piensa todo eso?


Yo no lo pienso, yo no lo pienso.




Que no piensa, que...


Pero qué es lo que transmite a la sociedad. Y si usted da esa imagen, ese estereotipo, a usted le genera discriminación, y le genera violencia hacia las mujeres y si usted considera que eso no es apropiado, entonces las prohíbe.




FUENTE: http://www.elfaro.net/es/201008/el_agora/2300/?st-cuerpo=1

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